Sangre,
barro, esperma
y
muerte,
quince
minutos y una camisa equivocada,
un mensaje con destiempo.
Pánico
y sermón inician temporada,
once
días dura, eternidad
de
descontentos.
Otra
quimera.
Tiempo
que sólo es el que te sobra,
en
apariencia o realidad, indescifrable.
Serpentina
en mi cabeza y va
de
nuevo, ascenso para vos
y
mi caída.
Tanto
puse corazón
inservible
a vos el mío,
otra
vez
y
como siempre.
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